En Octubre de 2011 he tenido la suerte de trabajar 2 semanas largas en México.
Primero estuve en Zacatecas, dónde ya estuve narrando solo el año pasado, ahora acompañado de Ginny, presentando nuestros cuentos de humor a dúo.
Allí hemos contado en un teatro del siglo XIX, en un Hospital, en una casa de acogida de niños, en autobuses, en una universidad, en un cementerio… siempre contando historias desde el prisma del humor y siempre obteniendo una magnífica respuesta, con carcajadas y lágrimas en los ojos.
Seguidamente trabajamos en D.F. en la UNAM y en una escuela secundaria (¡700 niños!) y la última parte del viaje ya estuve contando yo solo, en el café de un hotel, en una plaza en Coyoacán y en Centro Cultural de España. Siempre provocando la risa y la alegría de nuestro público.
He enumerado todos los espacios donde estuvimos, más diversos imposible, para ilustrar hasta que punto el público fue diverso y en todos los casos fue entregado y respetuoso. Mostraban su cariño a nuestra propuesta por venir de España (cuánto tenemos que aprender) pero cuando se trataba de reír lo hacían con una energía y una entrega digna de admiración.
Es la quinta vez que voy a trabajar a América y no me canso. Una cura de humildad y un toque de atención constante a la seriedad europea. ¡Gracias México!.
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